jueves, 4 de octubre de 2012


TRIBUNA: De Gandía a Denia, con más moral que el Alcoyano 
09/07/2012 



Esteban Gonzalo Rogel

 

Cuando alguien no pierde la ilusión ante una meta, pese a los inconvenientes y las trabas que va encontrando, se dice en tierras valencianas “que tiene más moral que el alcoyano”, aludiendo a la tenacidad del equipo de fútbol y sus seguidores de la ciudad de Alcoy para intentar el ascenso de categoría. Y esa tenacidad es la que tienen en La Marina Alta, principalmente en Dénia, ya que desde 1974, 38 años de espera, están reclamando la restitución, numerosas veces prometida y casi siempre en vísperas de elecciones, del servicio ferroviario desde Gandía, prolongando el trazado con ancho ibérico que llega hasta allí en sustitución de la vía estrecha suprimida en el mencionado año 1974.

 

Si la demorada restitución es fruto de presiones interesadas nadie lo dice y acrecienta la especulación popular sobre posibles pactos, ya que los sucesivos Ministerios de Obras Públicas primero y de Fomento después, así como el Gobierno Valenciano, nunca han fijado fechas concretas, al parecer para seguir “con el mareo de la perdiz” hasta que se olviden de la reivindicación.

 

Y cuando tan necesaria es la unión para reclamar, el verano pasado hubo un  contratiempo, el rechazo de los alcaldes de Ondara y Pedreguer  a que la estación esté en Dénia y defendiendo cada uno que el Ministerio de Fomento la ponga en su término municipal, incluso en paralelo a la autopista AP-7. Actuaron como si vivieran en la segunda mitad del siglo XIX cuando las empresas ferroviarias españolas ubicaban las estaciones adonde les interesaba, ya que sabían que los posibles clientes se las ingeniarían para ir, y no tienen en cuenta que desde los años treinta del pasado siglo para competir con el transporte público y privado por carretera lo básico en cercanías y regionales e importante en largo recorrido son la centralidad de las estaciones, llevando a los viajeros adonde quieren ir, con la mayor rapidez posible, frecuentes de servicios y precios aquilatados. Premisas comerciales antedichas que deberán tener en cuenta nuestros gobernantes si llega a buen término la construcción del Tren de la Costa.