domingo, 23 de junio de 2013

ALTA VELOCIDAD E INTERMODALIDAD EN LA COMUNIDAD VALENCIANA


Alicante, Murcia, Valencia (las tres en el Corredor Mediterráneo) y Valladolid son las únicas  ciudades españolas con más de 300.000 habitantes que no tienen construidas sus proyectadas estaciones soterradas.  Para que luego digan que no nos postergan.


Hace poco más de un mes estuvimos, mi mujer y yo, en Málaga para unos días de asueto. En un cómodo viaje de cuatro horas y 15 minutos recorrimos 650 km. desde Valencia, tiempo en el que está incluida una corta espera de ocho minutos en Córdoba para transbordar al tren que procedente de Madrid seguía hacia la capital de la Costa del Sol y varias paradas. 

Llegamos soterradamente a la nueva y gran estación María Zambrano, que incluye el centro comercial Vialia y en superficie es término para los trenes de las líneas de alta velocidad y convencional hacia Córdoba y Madrid, mientras en trazado subterráneo estación de paso para los convoyes de cercanías que remontan el valle del río Guadalhorce hasta Alora y la línea suburbana que pasando por el aeropuerto, Torremolinos, Benalmádena y una retahíla de urbanizaciones recorre 31 kilómetros de la Costa del Sol hasta Fuengirola, donde una pequeña estación de autobuses permite continuar viaje hasta Marbella, Mijas, San Pedro de Alcántara, Ronda y otros municipios. He dicho de paso ya que los trenes de cercanías y suburbanos prolongan soterradamente su recorrido hasta la estación Málaga-Centro que esta ubicada en el linde oeste del centro histórico de la ciudad.

Pegada a la estación de trenes está la de autobuses y en obras, recientemente paralizadas, la construcción de una línea de metro ligero para facilitar los desplazamientos este-oeste de la ciudad.

Tanto en los servicios regionales como en los de cercanías y suburbanos circulan trenes de última generación de Renfe sobre modernas vías. En la línea de la costa la  frecuencia es de veinte minutos en cada sentido de circulación, lo que permite los tramos de doble vía que han podido ejecutar en los últimos decenios por falta de previsión en los años setenta del siglo veinte. Sencillas estaciones, tramos soterrados desde el año 2.000 a su paso por núcleos de población y enorme afluencia de viajeros ( 9 millones en 2012) con elevado porcentaje de extranjeros. Desde 1975 es un ferrocarril de ancho ibérico por transformación de La Cochinilla, una línea de vía estrecha cuyo proyecto en 1916 era llevarlo hasta Algeciras y Cádiz, aunque ahora sólo quieren prolongarlo 36 km. más hasta Marbella.

Magnífico, toda la planificación ferroviaria terminada, no como en mi Comunidad, inacabadas y con servicios desperdigados. Sensación de enfado y sana envidia, por lo que nos han postergado hasta ahora y encima vendiéndonos como un gran favor lo que nos hacen. Alicante, Murcia, Valencia (las tres en el Corredor Mediterráneo) y Valladolid son las únicas  ciudades españolas con más de 300.000 habitantes que no tienen construidas sus proyectadas estaciones soterradas y con el mismo argumento, no hay dinero, aunque para las de la Comunidad Valenciana el Ministerio de Fomento se apoyaba en la construcción de muchas viviendas en los terrenos liberados en superficie. Como se terminaron  las vacas gordas de la especulación y construcción inmobiliaria, retraso en la terminación de nuestras líneas de alta velocidad y no hay más dinero, pero si queda para continuar con inversiones en infraestructuras que serán ruinosas desde su inauguración por largos recorridos y floja potencialidad de viajeros, que además tendrán que soportar la competencia en precios y tiempo con aviones y autobuses, principalmente en Galicia, pero también en Asturias, Cantabria y Extremadura. Nunca han querido tener en cuenta que los trayectos desde Madrid hasta Alicante y Valencia siempre han sido de las cuatro líneas mejores de España, del triángulo de oro de Renfe, aunque en inversiones ministeriales como si fueran de hojalata, no tenían en cuenta las sugerencias de la gestora ferroviaria.


POR FIN LA ALTA VELOCIDAD

Tras muchos años de retraso ( la primera traviesa en 2004) llega la alta velocidad a Alicante, pero a una adaptación de sus instalaciones ferroviarias hasta que con acuerdos en diseño y económicos construyan la definitivas. Pero aquí la estación de autobuses está distante, para utilizar el suburbano y continuar viaje a municipios de la Costa Blanca hay que arrastrar desde los andenes y durante medio kilómetro (además de la calle también cuentan andenes, pasillos y vestíbulos) las maletas o tomar un taxi hasta la flamante estación en la plaza de Los Luceros (problemas que comentó Juan Díaz el pasado día 19 de mayo en este diario), y únicamente tienen mejor solución quienes quieren continuar hacia Elche y Orihuela, ya que sólo cambiarán de andén y sin coste adicional (como tampoco les cobrarán en la línea de FGV por acuerdo con Renfe) continuarán viaje en tren histórico, en las unidades diesel más viejas de España.

Lo que dijo la Consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig, el pasado día 15 sobre intermodalidad hacia Benidorm y otros municipios de la Costa Blanca sería coherente si como sugirieron en marzo de 2011 hubieran construido un apeadero en el túnel, que desde el año 2010 está terminado, para soterradamente enlazar con la estación actual de Adif. Como, desafortunadamente, la falta de dinero va para largo, creo que la adaptación de un apeadero sin alardes arquitectónicos sería una adecuada solución hasta que lleguemos a años mejores. Entretanto, en la situación actual, la mejor opción son autobuses que desde la estación de Adif lleven a los viajeros con equipajes a sus destinos vacacionales con las menores incomodidades posibles.


APORTES DEL AVE

No lo he visto publicado todavía, pero es posible que en breve plazo de tiempo las autoridades alicantinas y autonómicas aplaudan, como ocurrió en Valencia, que los nuevos servicios de alta velocidad son magníficos para que desde Madrid los utilicen para embarcar en los cruceros que atraquen en el puerto. Estupendo para la gestora ferroviaria, pero el único negocio local posible serían los taxis que llevaran a los viajeros entre la estación y el barco o viceversa. Aunque puede ocurrir que ni eso, con las ofertas de autobuses para el recorrido Madrid-barco o retorno, sin la comodidad del tren pero sin la molestia del trasbordo y el coste añadido estación-barco. Y posiblemente muy barato, teniendo en cuenta que tan pronto lo anunciaron tras la inauguración del AVE Madrid-Valencia una conocida empresa de autobuses vió negocio y ofertó por treinta euros el viaje Madrid-barco o viceversa.


EN EL CORREDOR MEDITERRÁNEO A LA ESPERA


 En Valencia para los viajeros el desastre es mayor: dos estaciones distantes 800 metros cuya incomodidad intenta minimizar Adif con un autobús lanzadera entre ambas, la terminal para alta velocidad Joaquín Sorolla ubicada a unos 300 metros de la entrada a la estación Joaquín Sorolla-Jesús de la línea 1 del metro y la terminal de autobuses en el norte de la ciudad a dos kilómetros de la de trenes, pero con un recorrido previo de otros 300 metros desde la estación Turia de la misma línea del metro arrastrando las maletas (aunque más cómodo que antes a pulso). En cuanto a las cercanías cuatro línea en Valencia Nord y otra, la de los maltratados trenes de Utiel y Cuenca en Sant Isidre, con transbordo obligado a metro o autobús urbano. Como sucede en Alicante las obras pendientes, estación y túnel pasante, una incógnita.

Respecto a Murcia, también en el Corredor Mediterr[aneo, les han dicho que no hay dinero, que pueden hacer una provisional lejana, en Los Dolores. Fomento olvida que el siglo XIX ya pasó y estamos en el siglo XXI, donde para competir en transportes de superficie la centralidad es una de las cartas principales.

            Felicidades Alicante con lo de ahora pero sin dejar de continuar “ pegando en el clavo “ para conseguir lo que falta.

                                                                                              Esteban Gonzalo Rogel

 Publicado en Topturisme.com el 16-06-2013