viernes, 18 de noviembre de 2016

TRENES TEMPRANAMENTE JUBILADOS CON PORVENIR INCIERTO


 
Como FGV no ha conseguido vender en España y otros países las 18 unidades eléctricas tipo 3900 retiradas del servicio en las líneas 3 y 5 de Metrovalencia tras su sustitución por las tipo 4300 suministradas por Vossloh a partir del año 2006, el Consell le ha autorizado su enajenación mediante el procedimiento de subasta pública y con un valor de tasación de 8,1 millones de euros los trenes y 1,3 millones de euros los repuestos.

Los trenes 3900 fueron construidos por Alsthom y entraron en servicio el día 5 de mayo de 1995 con la inauguración de la línea 3 del metro entre Rafelbunyol y la estación soterrada Alameda, que conjuntamente con un puente sobre ella para la circulación rodada diseñó el arquitecto e ingeniero valenciano Santiago Calatrava. Son unidades eléctricas de 3 coches, cuya capacidad fue aumentada con otro remolque intermedio, que también atendieron posteriormente las prolongaciones hasta Aeroport, Marítim-Serrería y el ramal de enlace Xátiva-Jesús que permitió la realización de servicios directos hasta Torrent. Trenes muy buenos según los maquinistas, jubilados antes de los veinte años, la mitad de su vida activa.

Vossloh entregó sesenta y dos composiciones tipo 4300, la mayoría de cuatro unidades, que primero sustituyeron a los trenes que FEVE puso en servicio en 1982 para la línea hacia Villanueva de Castellón, hasta finales del año 2010 fueron relevando a las UTA (Unidad de Tren Articulado) en las líneas 1 Bétera-Villanueva de Castellón y 2 entre Llíria y Torrent, y después suplantaron a las mencionadas 3900.

Compraron tantos trenes que además de sustituir a todo el material citado anteriormente hay muchos apartados y a la intemperie en Valencia Sud. Según la empresa tiene unidades de sobra para asumir cualquier ampliación de servicios cuando lo permitan los recursos económicos. FGV se ha encontrado con una situación inconcebible en cualquier empresa privada, donde tienen los vehículos suficientes para atender la demanda, su mantenimiento y algunos de reserva, y sólo los sustituyen cuando es necesario. Por ello, y antes que se deterioren más quiere vender las 18 unidades 3900 ofertándolas por menos de lo han costado dos 4300, lo que da idea del derroche realizado años atrás. 

Contrasta la tacañería ferroviaria del gobierno del presidente Eduardo Zaplana y la permisividad de su sucesor Francisco Camps. El primero sólo autorizó la compra de un remolque intermedio para las unidades 3.900 y denegó cuantas veces se lo pidieron la compra de trenes para aumentar servicios en todas las líneas y permitir el adecuado mantenimiento del material existente. Como resultado deterioro de las UTA con descarrilamientos, averías y accidentes, hasta que como chivo expiatorio fueron sustituidas, sin utilización posterior y teniendo como destino su desguace. No consideraron la remodelación de algunas, dejando otras para repuestos y desguazando las que estaban en peor estado, para atender horarios cuya baja captación de viajeros no necesita la circulación de composiciones de cuatro unidades. Incluso posiblemente hubieran sido útiles para la sin terminar T-2, ya que las UTA tuvieron como modelo tranvías suburbanos holandeses.

Sin embargo consiguieron que el presidente Francisco Camps autorizara la compra de sucesivos lotes de trenes, con una inversión cercana a los 500 millones de euros, para suplantar sobradamente a todo el material rodante que había. Actuación que benévolamente FGV califica de mala planificación.

Fue un despilfarro de fondos públicos, en época de crisis y para una red necesitada de vías dobles, proyectadas prolongaciones sin realizar y para colmo con un ere para reducir personal que ahora es un inconveniente para mejorar frecuencias que permitan captar viajeros potenciales.

Enorme gasto que contrasta con los 40 millones de euros que no hubo para realizar un corto adentramiento urbano en Riba-roja, para no dejar, como ahora ocurre, a los viajeros en una estación provisional a un kilómetro del centro urbano, y terminar la T-2, como mínimo hasta la calle Xátiva, para que tuviera una explotación atractiva.

Si tenemos en cuenta que la Consellería de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio tiene que dedicar en esta legislatura una parte importante de los presupuestos para pagar compras e inversiones de años anteriores realizadas con el método alemán, resalta más esa denominada falta de planificación que ha perjudicado a los contribuyentes frenando otras inversiones, máxime cuando existen más medios que nunca para calcular lo que se necesita sin tan abultados errores.

 
 
    PALMARET.- Unidad 3900 el 06-05-1995 
 
Texto y foto Esteban Gonzalo Rogel                        18-11-2016
 
Artículo enviado a un diario de Valencia, que no lo ha publicado hasta ahora, al parecer por que no tiene suficiente interés informativo.